El otro día leí en el periódico a resultas de la Maratón de
Valencia que un 60% de los corredores lo hacen para bajar peso. En fin, me
quedé clavado en esta frase pues últimamente uno de mis objetivos principales
es exactamente el mismo que ese 60%, bajar peso. Cómo cambia el cuento…
Lejos queda el correr un maratón, hacer una media, bajar la marca, correr esta
carrera que me apetece por el trazado, la épica, la mística y el Santo Grial
del running… Bueno, en realidad tampoco busco la estética (que también), pero
el objetivo es la salud, el estar en los parámetros, cuidarse y encontrarse
bien. Además, correr con lastre es jodido de verdad. No lo recomiendo a nadie
pues es padecer seguro. Fatiga desde el primer kilómetro al último: agonía.
Total que en esas estoy. Sigo corriendo pero mi techo son los 10 Km que ahora
mismo me cuesta como un maratón. Sigo motivado y con ganas y hasta tengo
carreras y gente con el mismo objetivo con quien compartir entrenes, penas y
satisfacciones de esto de correr.
Bueno, tampoco estoy como un foco gordo y grasiento jajaja pero debo afinar y
bajar de peso para correr como mola. Me está costando lo confieso pero confío
que cuidando la alimentación y siendo constante logre mi objetivo.
De momento tengo dos carreras en la cabeza, un objetivo, una misión a cumplir: una de 8km, muy, muy popular, de
pachanguita con mi hermana y amigos, y otra más ‘seria’ de 10 K.