My pride & joy |
“Ya no sufro, no me
agito”. Adictos a la lujuria, Parálisis Permanente
Pues nada, no hay plazo
que no se cumpla… y se cumplió. Llegó el día indicado, a la hora señalada. Frío
y sol mañaneros pero cero viento. Unas condiciones muy buenas para correr la
maratón.
Nuevo recorrido mejorado
por la organización para evitar los kilómetros travesía del desierto, es decir,
esos que te meten por la periferia en soledad y con el muro a cuestas. Así,
este año los últimos kilómetros han sido urbanos y céntricos lo que hace que
haya bastante animación. A destacar el pasillo humano que se forma en el
kilómetro 41… Joder, solo de pensarlo se me pone la carne de pollo… como en las
etapas alpinas del Tour… indescriptible!
Como es habitual en esta
maratón siempre destaco la organización. El corredor se siente muy cuidado y
bien tratado. No pongo ni un pero, y esto se traduce en avituallamientos a
granel: isotónicos, agua, geles, fruta… patinadoras con Reflex,
vaselina…Animaciones varias… Otra cosa que a mi particularmente me gusta, y
mucho, es el número de participantes que a mi juicio es muy redondo, ni muchos,
ni pocos (rondando los 2000 locos)
Pues empezar, empecé mal
porque los primeros kilómetros salí confundido ya que según mi pulsómetro (que
no es tal sino solo medidor de distancia/velocidad), iba a un ritmo clavado
para hacer las 4 horas pero el muy cabrón está mal calibrado, y la lectura era
falsa. De hecho según él hice 44, 86 kms. Mentira y gorda, se trata de un
recorrido super homologado.
Claro que cuando me di
cuenta ya era un poco tarde pero ya tenía una cosa clara: encontrar el globo de
las 4 horas… y joder si me costó! Pasé la media en 1h59’ y con el globito
delante pero que no le daba caza… pero bueno, los kilómetros iban cayendo y yo
me encontraba bien.
Llegó el 30, obsesivo con
el cambio de decenas, que es una alegría ver el dígito 3 pero ya estamos
adentrándonos en la jungla otra vez... y esta vez me sorprendió lo bien que me
encontraba (más para los entrenes que llevaba). 31, 32, 33, 34, 35, 36… y aquí
se jode la cosa porque en la parte posterior del muslo, me pega un crujido,
vamos que el músculo deja de funcionar … y pienso, se acabó para mí la maratón!
Pero yo sigo, qué podía hacer si no, y el dolor parece que desaparece. Nunca
antes me había pasado una historia así… dolor muscular sí pero colapso, no.
Claro que entonces para
más inri, y era lo que tocaba, llega el muro (km. 37), a estas alturas pienso
yo! Es la primera vez que un poco más y me libro, pero no fue así… qué
os voy a contar, las piernas no iban, la mente a su bola... era cuestión de acabar,
y cuanto antes. Además, ya que me había marcado el reto de hacer las 4 horas,
tampoco quería dar mi brazo, ni piernas, a torcer.
Llego al 39 y un pibe me
dice: vamos capitán si has llegado hasta aquí, has de llegar al final, la
gloria… joder, de verdad que me animó y le pagaría una cerveza porque el tío me
llegó por lo que dijo y cómo lo dijo.
Total que llega el 40 y no
puedes más pero joder, te quedan solo 2, y los más grandes. La gente animando
como si eso fueran los Juegos Olímpicos y tú un atleta profesional buscando la
gloria… Llegan el 41 y 42 pero aún faltan los 195 metros, y la meta y
la gloria estaba ahí.
Se me olvida apuntar que en total fueron 4:00:43