lunes, 12 de septiembre de 2016

Vía verde palizón

De bicicleta va la cosa. Hace tiempo, o mejor hace algunos años hice la vía verde Ojos Negros (el tramo Caudiel-Sagunto). Estaba fuerte, joven, rebelde... El ritual es el siguiente: tienes que madrugar y coger el tren (y montas la bici) hasta Caudiel. El tren es un cercanías y no llega más allá, así que esa es la distancia máxima. Aproximadamente 50/60 km que después vas a deshacer a bici de montaña por la vía verde en contínuo descenso.


Así que, lo primero después de llegar es auto- avituallarse. Forma parte ya del ritual, y es sagrado: almuerzo de bar. Sentada placentera y duradera, es decir, el tiempo que lleve la cosa. Acto seguido ya toca ponerse el casco, los guantes y mover pedales.


Lo mejor y a destacar: el paisaje y los olores: pino, higuera, hierba... naturaleza. No ves ni un coche en horas. Todo esto se agradece y degusta de aquella manera.


Y lo peor: mi forma y la calor pues la cosa nos llevó cosa de 3/4 horas y al final el sol estaba fuerte y radiante. Vaya que acabe justito, justito, y algo deshidratado y mucho desfondado. Es normal también pues pillo muy poco la bici y se nota, pero bien, volveremos a repetir sí, pero dejaremos pasar la calor.

Por cierto, que justo aquí en la misma vía verde transcurre también la carrera Maratón Vías Verdes. Es decir, de aquí a poco podré presumir de haberla hecho en bici y a pie... que también por cierto, sé que jamás me dará por el triatlón (I'm sorry),  me encantan las tres disciplinas pero simultanearlas... demasiado para mí.

P.D. Me faltó añadir que nos cruzamos con caminantes, corredores (de a pie), ciclistas y hasta gente a caballo en ese orden más o menos, y algún túnel largo y oscuro como la boca de un lobo que tuvimos que atravesar cautelosamente.

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